Durante los últimos meses, el mundo digital ha permanecido pendiente de una nueva forma de inversión: los NFT o Non-fungible token (Token no fungible). Grandes personalidades del mundo del espectáculo, la moda, los deportes y el arte han mostrado su interés por ser parte de la revolución del arte criptográfico, gastando millones de dólares creando o invirtiendo en NFTs.
Un NFT es un activo digital certificado a través de la tecnología blockchain. Así como las criptomonedas, utilizan esta tecnología para realizar transacciones por medio de una red de bloques que contienen una “huella” única e inviolable. Es una manera descentralizada de hacer transacciones, pues ya no existe un intermediario, como es el caso de los bancos o sistemas como PayPal. Sino, los propios usuarios sirven como nodos independientes que registrarán y validarán la información. De esta forma, creando una red infinita separada por bloques, de los cuales, los denominados “mineros” separarán, organizarán y crearán otros nuevos. Además, a diferencia de las criptomonedas, no existen dos NFT iguales. Y como su nombre lo explica, no es un activo que se consuma por el uso ni puede ser intercambiado como el dinero.
Entonces, ¿qué puede ser un NFT? Obras de arte, música, videos, imágenes, gifs, textos, terrenos, muebles, zapatillas e incluso tuits. Por supuesto, todos estos son bienes virtuales, listos para ser presumidos por su propietario a través de los distintos universos creados gracias al internet.
El primer NFT conocido, llamado “Quantum”, fue creado en 2014 por el artista digital Kevin McCoy. Se trata de figuras geométricas animadas sobre un fondo negro, las cuales van cambiando de forma y color. Se vendió en junio del 2021 por la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s por la suma de 1.4 millones de dólares americanos.
Entre los famosos interesados en esta nueva tecnología se encuentran Paris Hilton, Melania Trump, Justin Bieber, Snoop Dogg y hasta Neymar Jr. Los tres últimos adquiriendo piezas de las colecciones más valorizadas y famosas de los NFT: Bored Ape Yacht Club, una serie con cientos de imágenes de simios aburridos con distintos estilos.
Las cifras por las que se venden estas piezas son increíblemente altas, pero también dependen del valor de la criptomoneda con la que se adquieren, ether (ETH) de Ethereum. Ello debido a la volatilidad de la moneda digital en el mercado no regulado de las criptomonedas. Los valores de cada pieza de Bored Ape Yacht Club pueden superar los 150 ETH, lo que al cambio significaría alrededor de 400 mil dólares.
¿Quién puede comprar un NFT?
La gran pregunta es si cualquier persona puede comprar un NFT. Como es un mercado naciente y en apogeo, es complicado encontrar una pieza asequible al bolsillo de todos. En especial porque las piezas suelen venderse en Ethereum, por lo que primero es necesario tener activos de esta criptomoneda, el cual cada ether (ETH) está valorizado alrededor de 2.6 mil dólares (2.02.22).
Desde el momento de adquirir un NFT es difícil señalar un momento preciso en el que dupliquemos la inversión inicial. Según Alfredo Barrientos, docente de la Facultad de Ingeniería de la UPC, “algunos de los NFT pueden incrementar su valor en tan solo minutos a través de alguna subasta. Estos porcentajes podrían ser de unidades de 100 o de miles”.
Sin embargo, sí es posible que una persona común pueda adquirir NFTs, ya que se encuentran en plataformas accesibles al público en general, como Opensea, Rarible y Sorare.
El experto en innovación tecnológica recomienda, en primer lugar, informarnos a profundidad sobre cómo funcionan los NFTs antes de hacer cualquier inversión. Luego, revisar el historial de precios de la pieza NFT, los cuales están disponibles para cualquier interesado. También, es importante conocer quién es su creador y las ofertas que tiene la pieza, así se podrá calcular qué tan valiosa podrá ser en un futuro.
Controversias
Toda actividad percibida bajo el paraguas del blockchain está sujeta a la misma disyuntiva: ¿cuánta energía consume? Si bien no hay cifras oficiales sobre ello, Digieconomist estima que la red Ethereum, por transacción, consume 46,54 kg de CO2. Sin embargo, si también se agregan los valores relacionados al minado, subastas, cancelación de subastas, venta y transferencia de propiedad, puede alcanzar los 200 kg de CO2.
Analizada esta problemática, Ethereum anunció Ethereum 2.0 a inicios del 2021. Con este sistema más eficiente, se cancelará la labor de minería, la cual requiere de GPUs (Graphic Processing Unit) para procesar las transacciones. Trasladar completamente su sistema PoW (Proof-of-work o prueba de trabajo) a PoS (Proof-of-stake o prueba de participación) significará una reducción de alrededor del 99% de su gasto energético. Ethereum prevé que este cambio de metodología se efectuará en el segundo trimestre del 2022.